Íbamos a pasar unos días en Madrid y comenzamos nuestro periplo gastronómico en un establecimiento que teníamos «fichado» de alguna vez que habíamos pasado por la capital española otra vez: Papizza. Más concretamente estuvimos en el local que tienen en Fuencarral 80.
Tomamos 3 porciones de pizza romana, de masa fina, crujiente y exquisita, y otras 3 de pizza siciliana, de masa alta, esponjosa y ligera. Para conocer el producto mejor, tomamos una porción de cada tipo.
Del primer tipo probamos la clásica caprese (mozzarella de bufala, tomate cherry y albahaca fresca), la rica boloñesa (ragú picante artesano, pimiento verde y mozzarella fresca) y la expléndida boletus trufa (boletus italiana, trufa y mozzarella fresca). De las segundamos degustamos la 5 quesos -sólo apta para los amantes del queso-, la potente diávola (chorizo picante, tomate cherry y mozzarella) y la deliciosa vegetal.
Todas ellas muy buenas y sabrosas, en un local pequeño pero agradable, atención correcta y precio asequible. Es una buena opción tanto para comer o cenar o picar algo en un momento de flaqueza.
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